jueves, 21 de noviembre de 2024

El faro

Caminé contigo tres noches,
como un profeta sin profecías,
con el corazón conectado a los pies descalzos.
Tus palabras eran polvo de estrellas,
pero cayeron pesadas,
como monedas de cobre sobre un plato vacío.

El día era un escenario,
y yo, un artista al borde del sueño,
giraba un aro de fuego bajo el faro,
donde la vida se detiene en rojo
y los aplausos se mezclan con el silencio.
Recolecté risas y monedas,
tejiendo una danza de locura
que llaman "desquicio"
y yo llamo "vida".

Te quise enseñar mis manos,
manchadas de calle y aplausos,
te quise dar mi risa,
un billete arrugado para el cine,
un beso como contrato.
Pero tus ojos parece que miran lejos,
como quien no quiere anclarse
al viento.

¿Soy un loco?
Un payaso que sueña con estrellas en el barro,
que te busca entre las sombras y un cine vacío.
Tú, noble ángel en esta niebla,
quizá nunca veas mi luz.
O tal vez la rechaces
por miedo a quemarte las alas.

Pero si te pierdo,
que sea en un mapa que juntos dibujemos.
Y si te quedas,
seré un arco de colores bajo el faro,
una chispa que nunca se apaga.
Porque no quiero perderte,
ni en este escenario,
ni en ningún otro.

El amor hace al mundo brillar

Tú eres el amor que nunca pide, que no ata ni exige; el amor que respira conmigo, aun cuando mis pasos se alejan para buscar otros horizonte...