jueves, 24 de mayo de 2012

Reloj de Arena

Tres pasos vagabundos
Y tu retozo aparece en una esquina
Donde hojas de periódicas
Amarillas por la inmundicia de las calles
Llenas de almas trágicas
Se elevan con la brisa y me dirigen a ti.

Abandonando huellas en el asfalto
Deseo comprimir mi pecho contra el tuyo
Y que mi tabicaría se disperse
En cada frenético parpadeo.

Hablamos de lo miserable de nuestras vidas,
De nuestras manos y pies solas caminando con frio,
De los poros aún no explorados de nuestra piel…
Si supieras que deseo poder contar los poros de tu piel
Y saber si encajan con los míos…
Por eso tomo tu mano,
Lo hago al propósito, no quiero que me dejes aun,
Mis ojos estuvieron viéndote sin que estés frente a mí
Por mucho tiempo.

Ebrios, juntos y golpeando nuestras palmas
Después de un grito de felicidad
Me siento a observar tus ojos
Que en un monologo de voces se ponen a llorar.

Te abrazo, mis dedos te acarician
Y me doy cuenta que
El tiempo en un reloj de arena pasa muy rápido.

viernes, 4 de mayo de 2012

Esperar de haber


No hay nada de que escribir esta noche
no hay aflicciones
no hay lluvia para llenar el pozo negro
de profundidad a medio inundar
no hay miedos
no hay tinieblas catárticas ni mejillas rotas
ni el suave deslizamiento de piedras trasparentes
no hay zumbido
no hay zancudo forastero que te miente al oído
ni manos temblorosas por el ir y venir
de ruletas rojas, blancas y negras
no hay ventanas en el techo ni puertas en el piso
no hay ceguera
no hay golpes en el segundo cerebro
ni voces apagadas por el mar seco de lenguas
sin movimiento
No hay.

jueves, 3 de mayo de 2012

Marchito


Mis pétalos caen mientras el día pasa
y el color rojo que antes atraía
miradas de personas con falta de color
se ha convertido en sombras
Casi negro.
Casi viejo.
Casi muerto.
Solo esperando ser arrojado por las
mismas manos que me pusieron en la lluvia
que me arrebato días muy distintos
a estos que ahora mismo pasan.


Un sueño

 A veces llegan momentos que parecen que fueran un sueño, llegan inesperadamente y me hacen saltar los latidos. Tus ojos son un sueño, tu s...